Cómo educar a los hijos en verano
Las vacaciones de verano pueden ser un terreno baldío o un paraíso de aprendizaje. Las tentaciones son grandes para que los niños pasen horas viendo la televisión o jugando juegos de video. Pero, con un poco de ingenio y planificación, el verano se puede transformar en un tiempo para estimular la mente, explorar nuevos pasatiempos, aprender sobre la responsabilidad y sobre todo poner en práctica las habilidades aprendidas durante el año escolar.
El verano es el momento perfecto para que los niños descubran que el aprendizaje es divertido y que puede ocurrir en cualquier lugar y explorar intereses que no están incluidos en el programa escolar. El aprendizaje puede tener lugar si usted está tomando un viaje a un lugar lejano o pasando el verano en su propio vecindario. Son muchos los niños que se quejan de aburrimiento durante las vacaciones. Para evitar el aburrimiento, debemos sugerir opciones de actividades, pero estimulando imaginación y habilidades de los chicos. Para lograr captar su atención y motivación debemos seleccionar actividades de aprendizaje que transformen el verano en diversión.
Educar en verano
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Cultivar un huerto u hortaliza casera es una manera de aprender los conceptos básicos de la ciencia, y cómo crecen las cosas. Puede comenzar con semillas o plantas pequeñas. Observar el proceso de crecimiento de las plantas y comentar todo aquello que las plantas necesitan para sobrevivir: aire, luz solar, agua y nutrientes.
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Si vamos de vacaciones en familia, es una oportunidad perfecta para crear un álbum de recortes del viaje que será un recuerdo duradero, ponga a su hijo al mando de la creación del proyecto.
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Las tiendas de juguetes y artesanías están llenas de “kits” para hacer cosas interesantísimas , como modelos de aviones, cuadros de mosaicos, rompecabezas y demás. Estos proyectos enseñan a los niños a seguir instrucciones y ofrecen la ventaja de lograr un producto terminado que sirve de decoración.
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No podemos olvidar las tareas del hogar. Pintar la verja, lavar el automóvil, poner la mesa para la cena, entre otros, ayuda a los niños a ser responsables y servir a los demás.
Con simples actividades como estas logramos continuar el proceso de educación de los niños, los mantenemos ocupados y se logra que las vacaciones sean productivas al adquirir nuevos conocimientos y habilidades.